Según cuenta la "Leyenda del Indio Anfibio" (extendida tanto en Saladillo como también en partidos aledaños), en la vasta zona de humedales que atraviesan estos territorios habitaba una tribu indígena dentro de la cual uno de sus integrantes era una mezcla de ser humano y pez.
La narración indica que tras una temporada en la que el humedal creció mucho más de lo previsto, toda la tribu desapareció, aunque este indio (el más joven de su grupo) habría sido el único sobreviviente. Quienes sostienen que los integrantes de la tribu se ahogaron, justifican la supervivencia del indio anfibio en las aletas y branquias que poseía.
Sin embargo, hay también quienes dicen que habiéndose transformado todos los integrantes de su tribu en distintas especies de aves y peces, este indio (vivo) es el encargado de proteger el ciclo natural del humedal para que ellos puedan sobrevivir. Es por ello que actualmente está extendida la creencia de que el indio maldice las tierras de quienes realizan canales que modifican los cursos naturales de agua, haciendo que el rinde de los campos sea muy bajo, y destinando al fracaso a los pocos recursos que surjan de ellos.
Se dice que esta misma maldición es la causa de los trastornos mentales que sufren muchos de los propietarios de los campos que no respetan este ecosistema, lo que finalmente los espanta y los lleva a abandonar el territorio.